domingo, 26 de octubre de 2014

Claroscuros



Los perfiles tienen matices. Y todos son necesarios.

Al igual que la luz del día, dependen de los momentos. Nunca se ve igual el paisaje en el amanecer que en cualquier otro momento del día y, como además también influyen otros factores (las condiciones atmosféricas, por ejemplo, o la visión de cada espectador) las posibilidades se tornan infinitas.

Sin embargo, si alguien es capaz de distinguir un estanque con nenúfares, lo hará siempre. La percepción del hecho puede cambiar, pero el hecho en sí, no.

Nuestra forma de ver esos claroscuros personales funciona de la misma manera: a veces percibimos unas partes y otras, otras. 

Pero el estanque siempre será estanque.

Perdida


Perdida en mitad de todo. No sé qué hacer, ni dónde ir. Me coloco en medio de la estancia y trato de seguir tu rastro, pero no has querido dejar ninguna huella que me condujera ti. Así que me observo desde fuera y veo a una mujer perdida, enlutecida y quieta, sin capacidad para nada que no sea esa parálisis emocional que la atenaza.

 Mañana es lunes. Desde áquel siempre temo este cuarto.

Y ahora me encuentro encerrada en él, atada por la impotencia.

La mujer que te adora, te ama y te desea siente terror.

Y tú... ¡estás tan lejos!

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